Las chaquetas son cálidas, suaves, peludas y coloridas. Y vienen en todos los colores, patrones y estilos. ¿Te has preguntado alguna vez por qué las chaquetas son tan cómodas? Una de las principales razones es el material del que están hechas. El tejido adecuado te mantiene caliente y a la vez te hace lucir bien mientras el clima afuera es terrible y muy frío. Ahora profundicemos un poco más para conocer sobre los diferentes tipos de telas utilizadas para la confección de chaquetas.
Están construidos con una variedad de materiales. Cuero, lana, algodón y telas sintéticas son algunos de los materiales más populares. Diferentes ocasiones y climas requieren diferentes materiales y estilos. Aquí tienes una guía para ayudarte a descubrir lo bueno y lo malo sobre estos tejidos de chaquetas tan comunes.
Lana: Otra tela excelente para usar, que te mantiene caliente y también luce muy elegante. A menudo se utiliza para crear chaquetas de invierno cálidas y sobretodos. Sin embargo, la lana no es una buena chaqueta para días lluviosos ya que el agua puede empaparla fácilmente; además, algunas personas sienten picazón al usar chaquetas de lana ya que la lana es un poco áspera para su piel.
Algodón: El algodón es ligero y transpirable, por lo que es cómodo de llevar. Es ideal para chaquetas de verano y ropa casual, manteniéndote cómodo en días cálidos. Sin embargo, el algodón no retiene el calor tan bien como la lana o las telas sintéticas, lo que lo hace menos adecuado para condiciones frías.
Telas sintéticas: Las telas sintéticas, como el poliéster, nailon y spandex, son ligeras, duraderas y a menudo más económicas que los materiales naturales. También son buenas para impermeables y chaquetas deportivas ya que ayudan a mantenerte seco. Sin embargo, estas telas no son tan transpirables como las naturales, lo que significa que si el clima está cálido, podrías pasar calor con ellas.
Error #1: Elegir un buen tejido para primavera o verano ✓ Noviembre y los meses fríos son perfectos para hacer chaquetas de lana y polar, que son telas de peso medio. Son cálidas y acogedoras sin ser demasiado pesadas, por lo que son la elección perfecta para días fríos.
Lo primero y probablemente lo más común que hacemos después de lavar tu chaqueta es colocarla en la secadora. Esto evitará cualquier daño al tejido en el proceso. La secadora podría encoger o dañar la chaqueta, por lo que una mejor alternativa sería dejar que la chaqueta se seque naturalmente.